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AFRICA LGBT tuvo la oportunidad de entrevistar a la asociación LGBT Iris Angola, para preguntarles acerca de su diverso trabajo y de cómo vivieron la despenalización de la homosexualidad, que tuvo lugar en 2019. También nos cuentan cómo nació su asociación, quién forma parte de ella, la realidad del colectivo en el país, y los apoyos que reciben a nivel local e internacional. 

Iris Angola en una de sus actividades

AFRICA-LGBT: ¿Cómo y cuándo nace Iris Angola? 

IRIS ANGOLA: Iris nace de una iniciativa de un grupo de jóvenes gais en 2013, después de un encuentro llevado a cabo por la ONG PSI Angola, ONUSIDA y la organización LGBT de Mozambique, denominada Lambda. 

A-L: ¿Con qué objetivos nace este proyecto?

I-A: La idea inicial era dar voz a la comunidad LGBT en Angola. 

A-L: ¿Podríais hablarnos de quién forma parte de Iris Angola? / ¿Iris Angola es un colectivo mixto? Es decir ¿Incluye personas lesbianas y trans que prefieren ser de Iris a estar en otros colectivos exclusivos?

I-A: Siempre hemos trabajado con toda la comunidad porque cuando empezamos todavía no teníamos esos nombres o etiquetas que categorizaban al colectivo LGBT. 

A-L: ¿Podríais hablarnos de las actividades que lleváis a cabo, de los proyectos en mente?

I-A: Dentro de nuestro plan estratégico de 2022-2025 tenemos 5 áreas de intervención: igualdad e inclusión, justicia, educación e información, salud sexual reproductiva y salud mental. 

A-L: ¿Trabajáis en temas de VIH-sida, o ese trabajo lo llevan otras organizaciones específicas?

I-A: Actualmente trabajamos en temas de salud, de VIH-SIDA, y hacemos seguimiento del tratamiento con antirretrovirales a 328 personas que viven con VIH, prestamos cuidados de salud a personas que contraen tuberculosis, así como apoyo psicosocial a nuestra comunidad. También en el área de salud mental tenemos consultas psicológicas gratuitas. 

A-L: Tuvisteis que esperar hasta 2018 para que legalizaran vuestra asociación, que además fue la primera en conseguir semejante hito histórico. ¿Cómo ha sido trabajar en un país que hasta hace 3 años criminalizaba la homosexualidad, y, también vuestro trabajo? 

I-A: Obtuvimos la aprobación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en 2016, pero por dificultades financieras no se formalizó hasta 2018, que fue cuando esta información se hizo pública. Sin embargo, nuestra primera área de intervención fue la salud, en este caso la salud sexual reproductiva (VIH-SIDA para hombres que tienen sexo con hombres) y más tarde la educación y luego trabajamos con el Ministerio de Justicia y derechos humanos.

A-L: ¿Existen ya otras organizaciones LGBT que se han registrado oficialmente en el país o seguís siendo la única?

I-A: Tenemos un colectivo feminista LBTQ+ angoleño  llamado A.I.A “Arquivo de Identidade Angolano” 

A-L: ¿Cómo vivisteis la despenalización de las relaciones homosexuales en 2019? 

I-A: Creemos que fue la culminación de un proceso de activismo político en varios niveles, principalmente ocupando espacios en los distintos planes de acción nacionales de educación, derechos humanos y salud, lo que recibió una cálida acogida. 

A-L: Si bien el nuevo Código Penal se aprobó en 2019, no ha sido hasta febrero de 2021 cuando ha entrado en vigor; ¿Cómo han sido esos casi dos años de espera hasta la formalización legal de la despenalización de la homosexualidad?  

I-A: Lo que nos alegró aún más fueron las medidas penales para quienes discriminen o cometan cualquier tipo de violencia basada en la orientación sexual, tipificándolo como un delito que puede conllevar dos años de cárcel. 

A-L: ¿Qué ha cambiado en estos tres años/ se ha notado algún cambio a mejor en cuanto a delitos de odio/ respeto hacia el colectivo?

I-A: Sí, hay una mayor apertura al diálogo multisectorial, tanto con el gobierno y sus diferentes ministerios, organizaciones de la sociedad angoleña en general, los representantes internacionales acreditados en Angola (embajadas) y los organismos dependientes de Naciones Unidas. 

A-L: ¿Cuál es la situación del colectivo en vuestro país? 

I-A: A pesar de que la orientación sexual no elige las clases sociales, nuestra comunidad en Angola vive en la pobreza o en la extrema pobreza, incluso cuando viven con sus familias viven en su mayoría en la pobreza.

A-L: Derecho de las personas trans/ cambio de sexo.

I-A: En Angola no existe ninguna ley que no permita el cambio de sexo. Las personas pueden cambiar de sexo, pero todavía no existe un reconocimiento legal para el cambio de registro civil.

A-L: Homofobia, acoso escolar, acoso en el trabajo, agresiones.

I-A: La homofobia está sobre todo en la familia, que sigue siendo la que más discrimina a las personas LGBT, y luego la escuela es el segundo lugar más hostil para nuestra comunidad, lo que luego se refleja en el acceso al empleo y la calidad de vida. En los nueve años como organización hemos registrado 12 asesinatos, 5 de ellos entre 2020 y 2022, y dos suicidios.

A-L: Derechos de las personas y las parejas homosexuales. 

I-A: Todavía no se reconoce legalmente que las parejas LGBT puedan considerarse una familia.

A-L: A corto plazo, ¿qué es lo que esperáis conseguir para el colectivo LGBTIQ de Angola? 

I-A: Continuar con nuestros servicios de VIH-SIDA y ETS que ofrecemos en un centro público donde tenemos nuestra sala de consultas y es de referencia para nuestra comunidad y los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). También continuar desarrollando nuestra organización en otras provincias y lograr un centro de capacitación y albergue LGBT. 

A-L: ¿Cuál diríais que es el mayor obstáculo para conseguir tales metas?

I-A: La falta de financiación es el principal obstáculo, así como la agenda de los donantes internacionales que apoyan a África, muchos de los cuales no conocen la realidad local y la estandarización dificulta nuestro acceso.

A-L: ¿Y el mayor apoyo? 

I-A: Nuestra organización y nuestra comunidad se enfrentan a tantas dificultades que cualquier tipo de apoyo es siempre bienvenido.

A-L: A largo plazo, ¿qué consideráis indispensable para conseguir la igualdad de las personas del colectivo?

I-A: La inclusión en la constitución de la república de la igualdad por orientación sexual e identidad de género y la inclusión de la identidad de género en el código penal, el cual, a pesar de haber sido actualizado, no hace referencia a las personas transgénero. 

A-L:  A lo largo de todos estos años, ¿Habéis contado con algún apoyo político o gubernamental dentro de Angola? 

I-A: Sí, fue algo gradual, a lo largo de los años por parte de los diferentes ministerios. Pero hoy diremos que sí y la prueba es que tenemos una alianza con un centro médico público de referencia para las personas LGBT o HSH, además de ser representantes de las poblaciones clave en el mecanismo de coordinación nacional para el VIH-SIDA, la tuberculosis y la malaria del Fondo Mundial desde hace unos 7 años.

A-L: Y a nivel internacional, ¿quiénes son vuestros aliados? Hemos visto que algunas embajadas occidentales, como Bélgica o Países Bajos han realizado reuniones con vosotros/as. ¿Esas reuniones se han concretado en apoyos concretos que os permitan trabajar mejor?

I-A: The Other foundation (una ONG del colectivo LGBT de Sudáfrica que ha sido un gran apoyo), la embajada de Estados Unidos de 2013 a 2019 trabajó en el acceso a la salud y las políticas de salud pública, los Países Bajos de 2014 a 2022 han sido un apoyo con los proyectos a nivel regional de la SADC (Comunidad de Desarrollo del África Austral en sus siglas en inglés), así como a nivel nacional; por ejemplo, este año fueron nuestros socios en la realización del Festival Cultural LGBT. La Embajada de Brasil, que acoge el Centro Cultural Brasil Angola, la Embajada del Reino de Bélgica y Argentina han apoyado la defensa de la inclusión de nuestra representación en la promoción de diálogos más inclusivos.

A-L: ¿Habéis tenido algún contacto con la Embajada española?

I-A: Apenas, de manera informal. 

A-L: ¿Qué esperáis de la comunidad LGBTQI internacional?

I-A: Su apoyo, porque creemos que puede tener un impacto en el día a día de nuestra comunidad, así como a nivel regional. 

A-L: ¿Tenéis relación con otros movimientos LGBT africanos? ¿Y con ILGA Panáfrica? 

I-A: A nivel africano tenemos conexiones con varias organizaciones como The Other Foundation, Lambda de Mozambique, Movimiento Transformar Mozambique. Somos parte del grupo de expertos en África de población clave en África, varios países de la SADC, a través de proyectos regionales implementados por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), también tenemos en marcha una gran plataforma LGBT con 10 países de habla portuguesa o que ya hayan tenido contacto con el idioma portugués, y que estamos en Asia, África y América Latina. Desafortunadamente no tenemos vínculos con ILGA Panáfrica, realmente no entendemos por qué, pero sin embargo tenemos con ILGA Portugal.

A-L: Hemos visto que Iris tiene sedes en otras partes del país, por ejemplo en Kwanza Norte, ¿Cómo os organizáis, vais a seguir creando sedes en otras zonas del país, existe una Junta Directiva Nacional y otras regionales?

I-A: En verdad las dificultades financieras han sido una barrera importante, pero a pesar de ellas estamos en 5 provincias, además de la capital donde tenemos al menos una actividad mensual, aunque no tenemos sede física por lo que utilizamos espacios públicos o sedes de organizaciones de la sociedad civil angoleña que nos facilitan. El objetivo es consolidar cada vez más nuestra presencia en estas provincias para poder seguir expandiéndonos por la necesidad de descentralizarnos para un mayor apoyo de nuestra comunidad en otras provincias, así como deconstruir la idea de que la homosexualidad es algo exclusivo de la capital del país.