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Activistas zambianos acusan a la primera dama de mentir cuando pidió atender a los gais de su país

Activistas zambianos en prisión
Activistas zambianos en prisión

Por Juliet Mphande, activista zambiana por los derechos humanos:

Durante las últimas semanas, hemos recibido numerosos informes sobre el aumento de las violaciones contra personas con diversidad sexual y diversa expresión de género en Zambia, especialmente contra gais.  

Golpeados por turbas anti-gais, incluyendo policías.

El 3 de enero de 2014, un hombre, abiertamente gay, fue golpeado por una muchedumbre en el recinto del Jardín de Lusaka. Según el testimonio de la víctima, participaron también tres oficiales de policía que amenazaban con “deshomosexualizarlo”. El joven alega que esta es la cuarta vez que es atacado por miembros de su propia comunidad desde 2012.

Expuestos a los medios de comunicación y detenidos por la policía

En esta ola de creciente homofobia, dos supuestas parejas gays de Lusaka fueron sacadas del armario hace poco en un popular blog de noticias llamado The Zambian Watchdog por practicar supuestamente la homosexualidad. Informes previos indican que una de estas parejas detenidas por la policía está en libertad bajo fianza. Esa misma semana, la policía del distrito de Isoka detuvo a un alumno de 17 años de último curso acusado de “practicar sodomía”. Los informes de los medios de comunicación indican que el joven ha admitido los cargos.

A principios de mes, un conocido sacerdote católico de Lusaka fue sacado del armario por el mismo blog por practicar supuestamente la sodomía. Este blog reveló la dirección del domicilio de esta persona sin consideración alguna por su seguridad.

Juicios que podrían llevar a cadena perpetua por homosexualidad

Mientras tanto, en el distrito Kapiri Mposhi de Zambia Central, dos jóvenes llevan retenidos durante nueve meses acusados de practicar sodomía y siguen detenidos sin fianza. Si se les declarara culpables de estos delitos el próximo 25 de febrero, se podrían enfrentar a 30 años de cárcel. En la ley de Zambia, el cargo de sodomía conlleva un mínimo de 15 años de prisión.

La estrategia publicitaria de la primera dama y la dura vida de los zambianos LGBT

El 5 de noviembre de 2013, la primera dama de Zambia, Christine Kaseba-Sata, declaró:

«Personalmente, estoy preocupada por la vulnerabilidad de nuestras mujeres casadas o que mantienen relaciones íntimas con hombres, los cuales también tienen relaciones sexuales con otros hombres. Tenemos pruebas anecdóticas, especialmente en colegios, donde algunos jóvenes se ven tentados a tener relaciones sexuales con hombres pero, al mismo tiempo, también tienen novia. Si esto no se detiene, estropeará los avances que este país está haciendo».

La declaración de la primera dama de Zambia fue elogiada inmediatamente de “heroica” e “innovadora”, ya que aludió a una idea disparatada: había que discutir el asunto de los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH).

Avanzando a 2014: la situación para los zambianos con diversidad sexual y distinta expresión de género sigue deteriorándose. Los acusados de “practicar” sodomía son detenidos y sacados del armario en blogs de Internet con deliberado descuido, golpeados o expulsados de sus hogares y colegios, sin que haya mucho interés por parte de la comunidad internacional. Después de todo, “la comunidad LGBTI de Zambia fue bendecida” con un milagro en forma de declaración de la doctora Christine Kaseba-Sata en el mes de noviembre de 2013. ¡Qué irónico!

Yo fui una de esas desgraciadas lumbreras que inicialmente alabaron el discurso de la doctora Kaseba Sata. En aquel momento, a pesar de mi instinto, no pude evitar sentirme esperanzada por ese discurso “innovador” (envenenado, sin embargo, con homofobia, ignorancia y estereotipos negativos), el cual sería un punto de partida para establecer un diálogo significativo en torno a un tema aparentemente “polémico” en mi querido país, pero ¡ay!

Como defensora de los derechos humanos, trabajo sobre el terreno en Zambia, y soy una víctima entre otras muchas, a menudo de un gobierno y de las persecuciones de la comunidad, debido al trabajo que desempeño. Soy conocedora, también, de mi entorno exterior, caracterizado por un aumento de las salidas del armario forzadas realizadas por los medios de comunicación y las detenciones policiales en los últimos meses. Por ello, me niego a sentarme y permitir una campaña publicitaria muy financiada y bien ejecutada, dirigida a los contribuyentes y a los cooperantes para así quitar importancia a la realidad que viven las personas LGBTI en Zambia.

La campaña de la primera dama, en mi opinión, es una mera artimaña para que el Estado solicite financiación a fondos donantes sin acompañarlo de la responsabilidad de proteger los derechos individuales ni garantizar el acceso a los servicios esenciales de prevención, tratamiento y atención sanitaria del VIH/SIDA para la comunidad LGBTI. Una vez más, Zambia se muestra ante la comunidad internacional como un “paraíso queer”.

Sin embargo, la realidad es otra: la vida para los zambianos con diversidad sexual y diversa expresión de género y sus defensores se ha vuelto insoportable. Es difícil caminar por la calle o dormir en tu cama por miedo a que tu propia familia, amigos, vecinos y colegas puedan darte una paliza, echarte o, peor aún, entregarte a la policía, como ha ocurrido muchas veces. Los oficiales de policía que compiten por ascensos limitados solo tienen que anunciar el arresto de una persona LGBTI para conseguir la atención de los medios de comunicación, gracias a los cuales se catapultarán al estrellato y se ganarán el favor de la autoridad correspondiente, quien, en este caso, resulta ser el marido de la doctora Christine Kaseba-Sata, el actual presidente.

Aplaudo a la doctora Christine Kaseba-Sata, no por sus obvios sentimientos homofóbicos o su incapacidad para actuar y cumplir con sus palabras, sino sobre todo por su impecable talento para las relaciones públicas, ya que consiguió que una declaración engañara al resto del mundo sin mostrar mucha consideración por la silenciada y acosada comunidad LGBTI. ¡Bravo!

En constante peligro: el miedo al arresto

Los zambianos LGBTI, sus defensores y aliados siguen viviendo en constante peligro y con miedo a ser arrestados a causa de su orientación real o supuesta, sus identidades de género y el trabajo en el que están implicados. Los aliados de esta comunidad no están a salvo, pero siguen enfrentándose a las amenazas, a los arrestos y al acoso a manos del gobierno.

Mientras tanto, el mundo continúa celebrando el milagro de Zambia: el milagro de la creciente intolerancia, del fanatismo y de la opresión dirigida contra una comunidad que está oprimida, debido a las innumerables persecuciones a las que se enfrentan, respaldadas por el silencio del resto del mundo. ¡Qué farsa!

Todavía en secreto: la nueva Constitución de Zambia

Eclipsando estas preocupantes tendencias está el asunto del borrador final de la nueva Constitución de Zambia que el Estado se ha negado a compartir con el pueblo contrariamente a sus promesas pre y post electorales. Altos cargos de la oposición, dirigentes de la sociedad civil y periodistas son arrestados y detenidos a menudo, y la persecución de personas LGBTI (uno de los temas más unificadores del país) se intensifica sin mucha compasión o arreglo.

¿En qué nos hemos equivocado? ¿A alguien le preocupa?

¿En qué se ha equivocado nuestra nación, antes tan integradora y tranquila? Y un ruego, ¿quién  hablará por la comunidad LGBTI zambiana oprimida, silenciada y marginalizada? La declaración homofóbica de la doctora Kaseba Sata aún se ve como un milagro, a pesar de que este periodo ha sido el más duro para ser LGBTI o defensor de los derechos humanos en Zambia. ¿Está el mundo tan desesperado por un milagro que se creeran cualquier cosa que lean sin hacer su propia investigación?

Por otra parte, hay una desalentadora realidad que me mantiene despierta por las noches: ¿a nadie le importa un comino la comunidad LGBTI de Zambia? Sé con certeza que no les importa a los zambianos, quienes no dudarían en sacrificar a su hermano o hermana por un kwacha (1 kwacha = unos 0’0002$) o por su paz personal. Ni si quiera les importa a las naciones del Sur ni del Norte.

Es hora de que las personas LGBTI de Zambia que viven esta realidad asuman su propia lucha. Al hacerlo, se convertirán en sus propios héroes, ya que no hay ninguno fuera. Cuando vengan a por ti, nadie vendrá a rescatarte. Las peticiones se escribirán en tu nombre sin éxito. La gente seguirá viviendo su vida y seguirá adelante.

El mundo no deja de girar por ti. No se detuvo por James ni por Philip, no ha dejado de girar ni por ti ni por mí. Solo cuando nuestra voz alcance la masa crítica, seremos escuchados. Como colectivo.

Rezo por estar equivocada. En el nombre cualquier dios en el que crea la humanidad, espero estar equivocada.

(Traducción propia de ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Carla Bataller Estruch, puedes ver el idioma original en el enlace).

http://76crimes.com/2014/01/31/zambias-growing-intolerance-towards-lgbti-persons/

https://www.facebook.com/juliet.mphande

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