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Por: Caroline Morgan Adams y María García. 05 de julio 2015

The Academy of Science of South Africa, ASSAF
The Academy of Science of South Africa, ASSAF

En 2014, The Academy of Science of South Africa, ASSAF según sus siglas en inglés, presentó  un informe sobre la diversidad en la sexualidad humana y los efectos que podrían generar en las políticas en África. La Academia de Ciencia de Sudáfrica tiene la responsabilidad de presentar consejos basados en evidencias científicas al gobierno de Sudáfrica sobre temas de gran importancia para el país.  Hoy en día treinta y ocho de los cincuenta y tres países en el continente africano criminalizan la homosexualidad mientras llevan a cabo un incontable número de violaciones de los derechos humanos. En estos países no existe la libertad para elegir vivir su vida como se desean, y sus ciudadanos se ven sometidos a leyes y legislaciones que oprimen sus derechos como seres humanos.

En este  estudio colaboró  ´The Uganda National Academy of Sciences”  (la Academia Nacional de Ciencias de Uganda), y gracias a su apoyo las dos academias analizaron los efectos negativos de la discriminación y el estigma que han tenido en las vidas de las personas LGBT, lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, incluyendo las complicaciones a las que se han enfrentado a la hora de recibir tratamiento y prevención de VIH/SIDA.

Esta memoria está focalizada en los  factores biológicos y en los factores ambientales sobre socialización y educación de la orientación sexual de los individuos. La memoria también se centra en si existe alguna evidencia sobre si la orientación sexual se desarrolla a través de contacto con personas LGBT y si hay algún tipo de terapia o tratamiento que puede cambiar la orientación sexual de las personas LGBT. El estudio también analiza si las orientaciones sexuales pueden causar daño a las comunidades, individuos y/o poblaciones vulnerables, tales como niños, y  las consecuencias sanitarias que se generan al criminalizar la orientación sexual de las personas hacia otras del mismo sexo, explicando que esos cambios se utilizan para “regular el comportamiento/relaciones hacia algunas sexualidades.”[1] El informe, en su parte final, analiza cuales son las preguntas críticas, sin respuestas, sobre la diversidad de las sexualidades humanas y orientación sexual en África.  La investigación que se realizó en este informe está enfocada en la orientación sexual y diversidad de género.

A través de la historia la homosexualidad ha sido  vista como una forma de anormal psicopatía o como una enfermedad mental, aunque en 1990 fue liberada de esas clasificaciones y se comenzó un nuevo análisis de la orientación sexual y diversidad de género. Los estudios científicos han concluido que no se puede clasificar la orientación sexual como blanco o negro, que el ser humano y su orientación sexual tienen que ser entendidos como variantes que cambian dependiendo la persona. Además en el 2014 se encontró una  evidencia de vinculación entre el cromosoma X del hombre y su orientación sexual, confirmando estudios de 1993  en los que se decía que la orientación sexual se puede ver a través de evidencia científica. Igualmente, la investigación socio-conductual encontró evidencias tanto de heterosexuales como homosexuales diciendo que no tenían elección en su orientación sexual.

Existen ideas sobre que la educación que dan los padres a sus hijos puede formar e influir a su orientación sexual con lo cual causan o crean homosexuales, pero ASSAF aclara que por falta de evidencia esa idea es nula y no demuestra ninguna certeza. Como los padres educan a sus hijo si puede afectar sus maneras de expresar su sexualidad pero no es lo mismo que orientación sexual.

Al igual que la educación de los padres no influyen la orientación sexual tampoco lo hace estar en contacto con personas LGBT. En realidad genera más tolerancia y crea un ámbito más positivo en los sectores públicos. El contacto con LGBT ha llegado  a crear un crecimiento económico en situaciones de aceptación en vez de discriminación.

En términos de terapia o tratamiento, ASSAF concluye con no hay evidencia de su efectividad ni posibilidad de cambiar la orientación sexual de un individuo. Además presenta información sobre la decisión de disolverse de la organización más grande del mundo de terapia reparativa, Exodus International, la cual reconoció abiertamente la vergüenza que sentía por sus actos de terapia durante años para intentar cambiar las orientaciones sexuales de las personas LGBT. Evidentemente al final no ha sido posible cambiar esta sexualidad, generando más daño que bien. Además la Organización Panamericana de la Salud (PAHO en inglés), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (WHO en inglés), afirma que no existe evidencia que apoye el cambio orientación sexual de un individuo a través de estos tipos de tratamientos o terapias. 

Igual que salió mal el uso de terapia reparativa, pasó lo mismo  con las consecuencias sanitarias resultantes de la criminaliación de la orientación sexual de las personas. Con la intención de regular el comportamiento y las relaciones hacia algunas sexualidades, ASSAF explica que a través de la investigación sobre la criminalización de homosexualidad, que  no solo se generó discriminación a estas personas, también aumentó la carencia a la hora de satisfacer sus necesidades, creando más problemas. (Según su estudio, ASSAF descubrió que las personas LGBT se beneficiaron de programas para combatir la estigmatización que pueden sufrir. Estos programas se llevaron a cabo enfocados a personas con orientación sexual hacia otras del mismo sexo. Estas actuaciones no solo favorecen a las personas LGBT, sino las personas heterosexuales ven beneficiada su salud gracias a la información recibida.) Además la discriminación implementada por gobiernos y sociedades llevó a más actos de violencia contra ellos por parte de sus conciudadanos y familiares. Debido a este tipo de actos y a la falta de aceptación, muchos hombres que tienen sexo con hombres (HSH) se niegan a realizarse la prueba de VIH/SIDA o a recibir cualquier tipo de tratamiento por miedo a la estigmatización o discriminación, causando un aumento del número de personas que desconocen que son portadores del VIH/SIDA, empeorando su salud. También menciona casos concretos sobre encarcelaciones de HSHs que fueron encarcelados por tener una orientación sexual distinta y además se les negó su tratamiento por VIH/SIDA en Uganda. 

La Academia de Ciencia de Sudáfrica ha establecido que todos estos actos anteriores no son lógicos. ASSAF sugiere grandes cambios para el beneficio, no solo de las personas con una orientación sexual distinta a la heterosexualidad sino para todos. Un entendimiento más profundo por parte de los sectores es necesario para avanzar y mejorar las vidas de las personas, y proteger sus derechos como seres humanos. Ellos proponen más investigaciones en un gran rango de sectores para implementar los cambios necesarios para todas las personas. ASSAF ha demostrado que la orientación sexual no es elegida, ni instalada por educación, y mucho menos contagiosa. Además ha explicado e hizo ver las consecuencias negativas que pueden afectar a todas las personas cuando son discriminadas y estigmatizadas. ASSAF acaba el informe dejando bien claro la necesidad de promover la inclusión y aceptación en la sociedad para promover un estado de bienestar.  

La estigmatización, el acoso,  el abuso físico y  la discriminación tienen que acabar y ser cambiados mediante la promoción, el acceso a la atención sanitaria y por supuesto mediante la educación para todo el mundo sobre las diferentes orientaciones sexuales y géneros.  

A continuación presentamos una traducción propia de las conclusiones del estudio:

Informe: “Aplicando el razonamiento científico para el servicio social”

Conclusión

Este informe ha examinado las pruebas que proveerían respuestas a un conjunto de cuestiones críticas relacionadas con la diversidad de género y la sexualidad humana. Este panel ha investigado el rol y la interacción entre la biología y el entorno para determinar la diversidad de género y la sexualidad humana; ha evaluado la evidencia respecto a si la orientación sexual puede ser alterada a través de terapia; ha considerado si las alegaciones de que orientaciones homosexuales suponen una amenaza son auténticas; y además el panel ha cuestionado las consecuencias sobre la salud pública de criminalizar las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Finalmente, el panel identificó las preguntas sin respuesta más críticas que podrían dar lugar a investigaciones futuras.

Es evidente que la ciencia contemporánea ha evolucionado hacia una visión de la sexualidad más allá del simple binario que opone hetero/homosexual y normal/anormal. La ciencia contemporánea describe de manera apropiada la gama de variabilidad humana, teniendo en cuenta que una parte muy pequeña puede ser denominada “anormal”. Ya que la variabilidad en la identidad y orientación sexual siempre ha sido parte de una sociedad normal, no hay ninguna justificación de los intentos de “eliminar” a las personas LGTBI de la sociedad. Más bien, todos los esfuerzos deberían estar centrados en contrarrestar los credos que crean ambientes hostiles, e incluso violentos para aquellos que son considerados  como los “otros” en sociedades “heteronormativas”.

El papel de los factores biológicos

Existen pruebas sustanciales que confirman la diversidad de la sexualidad humana, y la orientación sexual en particular. Estudios han hallado una conexión significativa entre la orientación sexual masculina y regiones del cromosoma X. Esta región en particular del cromosoma X es asociada además con otros elementos del desarrollo sexual. Este descubrimiento, publicado inicialmente en 1993 y confirmado en 2014, asocia directamente un rasgo particular (la orientación homosexual) al material genético de al menos algunos hombres que se sienten atraídos por personas del mismo sexo. Los mecanismos a través de los que la expresión genética afecta la orientación sexual quedan por determinar. Aunque menos estudiado, hay también evidencia considerable de un componente biológico en mujeres que se sienten atraídas por personas de su mismo sexo.

Estudios de familias y gemelos, incluyendo investigaciones a gran escala con una metodología robusta, demuestran que hay patrones en las familias, particularmente en hombres. Asimismo, estudios de la genealogía rastreando miles de parientes femeninas de hombres heterosexuales y homosexuales, han encontrado pruebas convincentes de que los parientes femeninos de hombres homosexuales son más fecundas, es decir, el promedio es que tienen más hijos en comparación con mujeres que son parientes de hombres heterosexuales. Este hecho puede ser la llave de la paradoja fundamental de la evolución  acerca de la reducción de la  fecundidad debido a los hombres homosexuales. Esta genealogía, más aún, confirma un patrón relacionado con los cromosomas X observado inicialmente en los años 1990.

Un componente genético de la orientación sexual hacia el mismo sexo, al menos de los hombres (con evidencia que sugiere que las mujeres también), es consistente y ha sido replicada en varios estudios. Ha habido una acumulación ininterrumpida de pruebas, así como teorías biológicas coherentes y completamente plausibles, en particular la teoría neuro-hormonal que conecta varios planteamientos de la investigación de las sexualidades.

La investigación del comportamiento social también clarifica un alto porcentaje de hombres heterosexuales y homosexuales que sienten que no tienen poder de decisión en su atracción sexual.

La mayoría de las mujeres que experimentan atracción hacia personas del mismo sexo expresan puntos de vista muy similares en cuanto a la falta de capacidad de decisión en cuanto a su sexualidad, aunque hay evidencia de una fluidez mucho mayor entre mujeres.

El papel de los factores del entorno

Hay una acusada falta de evidencia que apoye la idea de que la manera en que los padres educan a sus hijos, o las relaciones formadas por hijos y padres afecta al desarrollo de su  orientación sexual. Mientras que el entorno familiar puede moldear otros elementos de la sexualidad y la manera en que ésta es expresada, y mientras que la construcción del género y las identidades sexuales tienen componentes sociales y culturales, la orientación sexual no está directamente correlacionada con la educación familiar.

Por lo tanto, “culpar” a los padres de la orientación de sus hijos (y estigmatizar esas orientaciones, sometiéndolas a sanciones criminales) no puede ser apoyado por el actual consenso global de la esfera científica sobre la etiología, el desarrollo o la expresión de orientaciones no-heterosexuales.

Adquisición de la orientación sexual a través del contagio social

No se pudo encontrar ningún tipo de evidencia que apoye la noción de que la orientación sexual puede ser adquirida a través del contacto con personas LGBTI. En cambio, hubo pruebas sustanciales que indican que la tolerancia hacia la orientación homosexual no sólo beneficia las personas LGTBI sino que impacta positivamente en la sanidad pública, la sociedad civil, y el crecimiento económico a largo plazo. La presión social, aunque tenga un impacto real en el comportamiento juvenil, no parece haber sido capaz de influenciar actividad homosexual o desarrollar orientaciones homosexuales o bisexuales.

Cambio de la orientación homosexual a través de terapia

No hay ningún tipo de prueba que verifique que la orientación homosexual puede ser sujeta a cambios mediante terapia de “conversión” o “reparadora”. Teniendo en cuenta que está ampliamente documentado el hecho de que estos tipos de terapia son peligrosos y están en conflicto directo con la ética médica, estas intervenciones están contraindicadas.

Reconociendo la inefectividad de la terapia de conversión, el panel recomienda la amplia diseminación de esta información especialmente a profesionales de la salud en toda África y el resto del mundo.

Profesionales de la salud y sus asociaciones deberían adoptar posturas positivas hacia las personas LGTBI. Se recomiendan intervenciones psicológicas y apoyo, particularmente destinado a adolescentes para facilitar la adaptación al estrés, estigma, vergüenza, y discriminación que pueden sufrir, así como para reafirmar sus elecciones y sus orientaciones.

El riesgo presentado por homosexuales

No hay pruebas conectando a personass de orientación sexual LGB, transgénero, o personas intersex con el “reclutamiento” de gente joven a través de abuso sexual durante la infancia. En África, teniendo en cuenta la alta prevalencia de abuso sexual en la infancia, la protección de todos los niños debería ser primordial. Ya que el abuso sexual no tiene ningún tipo de relación con la orientación sexual, no debería ser utilizado para justificar una mayor marginalización de las personas LGTBI.

Consecuencias de criminalizar las orientaciones homosexuales en la salud pública

Hay pruebas claras de que los entornos represivos incrementan el estrés en las minorías y tienen un impacto negativo en la salud de las personas LGTBI. Esto tiene a su vez un impacto en la salud de la población, particularmente en materia de VIH, SIDA, tuberculosis y otras campañas de reducción de las enfermedades de transmisión sexual. No existen reconocidas consecuencias positivas en la salud pública ya que la criminalización no puede detener a nadie de sentirse atraído por personas del mismo sexo o expresar una orientación homosexual. Simplemente, la criminalización hace más difícil y más angustioso sentirse atraído por personas del mismo sexo, y supone que sea más dificultoso para las personas LGTBI tener acceso a servicios sanitarios y más probable que sufran enfermedades. Esto en una perspectiva más amplia, causa reducciones en la cohesión y un mayor estrés social, así como aumenta las posibilidades de transmisión de enfermedades infecciosas, incluyendo el VIH.

Para promover el bienestar humano, debemos potenciar dos objetivos clave: el bienestar y la justicia social. Reconociendo el daño que supone el acoso y otros comportamientos excluyentes, y el daño causado por la violencia física y el miedo que sufren los colectivos LGTBI, los científicos en África deberían participar de manera más activa en investigar para reducir el estigma existente, y trabajar para promover el acceso a la sanidad y materiales educativos para las personas LGTBI. Descárgatelo aquí.

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