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Por Farhat Othman para Huffpostmaghreb.

El Islam no es homófobo
El Islam no es homófobo

Es necesario recordar el verdadero estatus de la homosexualidad en el islam.A pesar de las legislaciones homófobas de los países árabes y musulmanes, basadas, según se proclama, en la religión islámica, el islam no prohíbe en absoluto la práctica homosexual. Es más, según algunos de los jurisconsultos más honorables, se prevé para los piadosos un paraíso en el que se encuentran adolescentes y efebos.

Además, podríamos afirmar que se debería derogar en nombre de la fe islámica toda la legislación que reprime las relaciones homosexuales, ya que estas perjudican a inocentes en nombre de un islam igualmente inocente de tal injusticia.El artículo 230 del código penal tunecino, que estipula penas de tres años de prisión por sodomía, debería abolirse por ir en contra de la ley islámica en la que, en teoría, se inspira.

Lo mismo pasaría con Marruecos, cuya sociedad reclama de manera activa la abolición del artículo 489 del código penal mediante el cual se establecen penas de hasta tres años de prisión para personas del mismo sexo que mantengan relaciones sexuales entre sí.

El islam no es homófobo en absoluto. Tal y como demuestra esta serie de obras editadas sobre la materia. (1)

La homosexualidad en la tradición árabe.

El árabe, que muestra un gran aprecio por su libertad para tocarlo todo, no se avergüenza del sexo, de cualquier práctica sexual, ni de la desnudez. Del mismo modo, tanto hombres como mujeres realizaban la peregrinación, de manera voluntaria, desnudos, esta tradición perduró durante el primer año desde la entrada del profeta a La Meca. (2)

No existe ningún pudor en la religión, el islam detalla ciertas cuestiones que las otras religiones no suelen evocar, debido a que el islam es una fe y una política para la vida terrenal. Ahora bien, el sexo forma parte de la vida con distintas declinaciones. Negar esta afirmación hoy en día convertiría a nuestra religión en un simple culto, comparable al judaísmo o al cristianismo. (3)

La homosexualidad estaba muy extendida entre los árabes y no se veía de la misma manera que en la actualidad, tal y como la define la moral judeo-cristiana. Esta moral categoriza al ser humano según su inclinación sexual y divide a los hombres a partir de su sexualidad, sin embargo, el placer sexual no tenía límites para los árabes, independientemente del tipo de sexo.

Para oponerse al puritanismo judeo-cristiano desconocido al principio por los árabes, fuimos testigo de varias tentativas por parte de los literatos y pensadores, como (4) poetas, entre otros; (5) al contar con un número de altos dignatarios religiosos (6) que se atrevían incluso a declarar abiertamente su amor homosexual. (7) No obstante, la mentalidad extranjera con respecto a las tradiciones árabes acaba instalándose en las sociedades musulmanas y predominando por encima de la indulgencia inicial en la materia por parte del islam. Este hecho es probablemente el causante de que se abra la puerta a una práctica que se ha convertido en una de las principales reglas aceptadas por las sociedades musulmanas, una regla que sigue existiendo en la actualidad: la ocultación. Esta regla, aconseja actuar libremente, pero a escondidas.

Este fenómeno no se limita a una época en concreto, ya que no existe ningún texto coránico que se refiera a ello de manera específica, no hay referencias ni hechos relacionados con la homosexualidad. El asunto se vivía con toda discreción, a excepción de ciertos períodos de lujo y lujuria de la historia árabe, como la época del sobresaliente jurisconsulto Ibn Hazm el Andalusí (8) o más concretamente el período abbasí (9) que representa el apogeo de la civilización islámica. En este período, la situación era la misma que se vive hoy en día en Occidente, se elogiaba la homosexualidad y se consideraban las relaciones con efebos como una parte importante y esencial del disfrute (10).

Queda claro que la ocultación permanece como una de las reglas morales más importantes del islam, que necesita fundamentalmente contar con la intención sincera y la pureza de la consciencia para antes que cualquier otra cosa, para no arriesgarse a caer en la pura hipocresía.

En Túnez, la situación era idéntica en materia de libertades individuales en todos los ámbitos. Al tratarse de relaciones íntimas de parejas del mismo sexo, es necesario recordar los numerosos testimonios de investigadores extranjeros, sobre todo, occidentales, sobre su existencia. Estos se sorprendían, por un lado, por tales costumbres y no tenían reparo en mostrar su disgusto, similar al que nuestros integristas muestran en la actualidad hacia la situación de Occidente. En aquel momento, la situación no estaba tan marcada por el espíritu libre y liberal de hoy en día.

Hay que remarcar que la visión liberal del sexo no es algo nuevo en Túnez, un país históricamente conocido por la libertad y el refinamiento de sus habitantes con respecto a la vida cotidiana. Basta con remitirse, por ejemplo, a los valores de los hijos del país y a la emancipación de las costumbres del período de Cartago.

La homosexualidad femenina también está muy extendida, el juez tunecino Chihab EdDine Ahmed agotó la cuestión, consagrando una gran parte de su conocida obra al safismo. Más allá de la exhaustividad del libro, no duda en evocar los beneficios de la práctica entre quienes la siguen. (11)

Tales hábitos están muy  lejos de ser una práctica exclusiva del país tunecino, como se remarca con la lectura de la obra del explorador andalusí León el Africano, Hasan bin Muhammed al-Wazzan de Fez y de Granada. En su descripción de África y sus características, no duda en disertar sobre las tradiciones sexuales más conocidas en Fez, entre las que encontramos la homosexualidad masculina y femenina.

Igualmente, hace referencia a las prácticas sexuales liberales de los habitantes de Argelia, señaladas por los occidentales como corrompidas.

Notas:

  1. Pour le renouvellement du Lien indéfectible 2 L'homosexualité en islam. Afrique Orient, Casablanca, 2014, editado en árabe y en francés.
  2. Los árabes preislámicos realizaban la circunvalación alrededor de la Kaaba completamente desnudos, excepto las gentes de Qorayach, denominados homs, tal y como mencionan, entre otros, Boukhari y Mouslem.
  3. Con toda seguridad, no faltan libros especializados en la materia como el de Cheikh Nefzaoui o la obra atribuida a Siouyti o Abederrahamane Ibn Nasr Chirazi.
  4. Entre los más conocidos, podemos citar al gramático y lexicógrafo Abou Obeyda Ma'amar Ibn Al Mouthanna Al Basari, uno de los intérpretes del Corán más reputados en términos lexicográficos.
  5. Abou Nouwas es el más conocido, sin embargo, muchos otros han alabado de la misma manera a jóvenes imberbes sin ser necesariamente homosexuales. Efectivamente, la homosexualidad se convirtió en un momento de la historia islámica en la moda del momento y se consideró que realzaba la finura del espíritu.
  6. Contamos con el ejemplo de un juez supremo de los tiempos de Ma'mun, el jurisconsulto Abou Mohamed Yahia Ibn Aktham de Tamim, conocido por su homosexualidad según el testimonio de Dhahbi y Thaalibi.
  7. El juez Yahya Ibn Aktham no se escondía ni practicaba el disimulo en sus declaraciones, declara claramente que no se debe prohibir lo que Dios hace de sus elegidos, citando a los adolescentes del paraíso. Le consagramos el § final relativo a los adolescentes y efebos del paraíso.
  8. Autor de uno de los libros más explícitos en materia de amor en todos sus aspectos y sin disimulos.
  9. Siyouti pasa revista en su historia a los califas conocidos por su homosexualidad, en especial Amin, conocido por su amor por su favorito Kaouthar. Ya sea Mo'tassim o Wathiq, no se duda en alabar la belleza masculina según la costumbre de la época o de practicar sexo con hombres además de con mujeres. El mismo Siyouti cita la historia de amor entre Mo'tassim y su favorito Ajib, conocido por su belleza. Para más información sobre la situación durante la segunda mitad de la era abbasí, podemos consultar la obra de Tawhidi que incluye un gran número de anécdotas relacionadas con las prácticas sexuales en Bagdad.
  10. La vida es comer/vino y jóvenes// Si te falta esto/Di adiós a tu vida. Este verso resume el tono de la época. Tengamos en cuenta que la homosexualidad no era sinónimo de sexo y disfrute, también señalaba una concepción espiritual o de una filosofía de la existencia similar a la que concepción que se tiene en la actualidad en los países occidentales.
  11. Cabe recordar que, en materia de homosexualidad masculina, Jahidh escribió igualmente una epístola sobre la rivalidad entre mujeres jóvenes y efebos.

 

(Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Judit Ferrando Rodríguez. Puedes leer el idioma original en enlace adjunto).

http://www.huffpostmaghreb.com/farhat-othman/lislam-nest-pas-homophobe_b_5491150.html

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